La formación es un aspecto fundamental en la vida de las personas. Algo que debería ser un derecho, deja de serlo cuando no hay medios ni para comer una vez al día. Sin formación adecuada, el ciclo de la vida para cualquier persona sin medios, se puede convertir en una ruleta rusa que no sabes donde terminará. La formación desarrolla a las personas en su aspecto más personal y, por supuesto, en el aspecto intelectual, además de generar perspectivas y ofrecer posibilidades para conseguir una vida mejor para uno mismo y para los de su entorno. Desde Fundación Mamoré somos conscientes de la importancia de la formación y es por ello que gran parte de nuestros proyectos los orientamos hacia ello, con el objetivo de que cada vez más personas tengan al menos la oportunidad de recibir una formación mínima.
En esta línea durante el año 2018 se puso en marcha un nuevo proyecto para Fundación Mamoré que presenta un reto importante y, a la vez, una gran ilusión por sacarlo adelante con lo que ello conlleva. Se trata de un nuevo colegio en la localidad de Kimomo.
El colegio, una vez esté terminado, permitirá hacer los seis cursos de Educación Primaria, los 6 cursos de Educación Secundaria y se baraja la posibilidad de que se pueda realizar también algún tipo de formación profesional. Además, algunos de los alumnos que terminen la secundaria en Kimomo y cumplan una serie de requisitos académicos, optarán a poder continuar sus estudios universitarios en la Residencia de Ushirika o en Kinyabuguma, haciendo el ciclo académico completo con ayuda de la fundación, o bien aspirar a una de las becas para matrícula universitaria de las que concede Mamoré cada curso escolar.
La construcción del colegio arrancó durante el año 2018 liderada por nuestros colaboradores Leonard Bahati y Paul Bulyalugo, quién consiguió una serie de ayudas a través de una organización en Ginebra con la que poner en marcha la construcción del centro. A partir de ese momento, Fundación Mamoré cogió el testigo para continuar con el proyecto y ya el pasado mes de septiembre, comenzaron sus estudios la primera generación del colegio puesto que las clases de 1º y 2º de Primaria abrieron sus puertas.
Mientras tanto, la construcción del colegio sigue su curso y se espera que para el año 2022 pueda estar totalmente terminado. Si se cumplen los plazos, en el curso 22-23 serán 600 alumnos los que acudirán a diario a Kimomo teniendo la oportunidad de conseguir una formación adecuada que les permita mejorar sus perspectivas de vida y acceder a un trabajo digno.