El final del año 2023 vino con una sorpresa muy negativa en forma de climatología adversa.
Unas fuertes lluvias torrenciales cayeron sobre la localidad de Bukavu y a consecuencia de ello se ocasionaron inundiaciones importantes en la zona. Los daños materiales fueron cuantiosos, arrasando viviendas muchas de ellas construidas en lugares poco propicios y, desgraciadamente, también hubo que contar daños personales (21 fallecidos).
En el caso de Fundación Mamoré, se han visto afectadas las instalaciones de nuestra residencia para estudiantes, Ushirika. La valla que bordea la instalación se vino abajo a consecuencia de los innumerables materiales que el agua iba arrastrando a su paso por la colina.
Las propias estudiantes del centro participaron en las primeras labores de arreglo, con el objetivo de evitar que entrara agua en el recinto si las lluvias se reproducían.
Otras instalaciones con las que colaboramos, como el Hospital de Herikwetu, también se vieron afectadas por las inundaciones y, esta primera quincena de enero, ha tocado contabilizar daños y buscar soluciones.
#NoTeCansesDeAyudar
