Representantes de la Fundación Mamoré viajaron durante Semana Santa hasta Bolivia para conocer, de primera mano, la situación real de los proyectos que allí se van desarrollando. Por espacio de diez días, se trasladaron a través del país andino visitando localidades como Cochabamba, Independencia, Tapacarí, Titagallo o la Región de Vacas donde Mamoré colabora activamente desde hace ya más de una década.
En Cochabamba, destaca el Centro San José, centro de acogida de niños de la calle, proyecto con el que se colabora prácticamente desde el nacimiento de la Fundación. El Centro trabaja recogiendo niños con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años. Son recogidos cuando se detecta que llevan unos días viviendo en la calle con el objetivo de intervenir y ayudarles antes de que se acostumbren a que la calle sea su estilo habitual de vida, con todos los peligros que ello conlleva.
Entre otros proyectos visitados, también destaca el Albergue Nuestra Casa donde se acogen niñas de 6 a 18 años, víctimas de violencia sexual, a las cuales se les da soporte psicológico además de tratar de ayudarles a reincorporarse al colegio o formarles a través de diversos talleres.
En Cochabamba en la localidad de Sacaba, se ha visitado el Centro Puntiti dedicado a recoger niños que sufren diversas deficiencias mentales de distintos grados, con el agravante de que en muchos casos se trata de niños huérfanos o abandonados. También en Sacaba, se ha visitado el Hogar de Acogida transitoria para niños y bebes de la asociación boliviana Creamos, donde se acogen niños de hasta tres años que han sido abandonados. En el centro se les tutela hasta que cumplen los cincos-seis años, edad en que la justicia dictamina si vuelven a sus familias, les dan en adopción a alguna otra familia interesada en acogerles o los derivan a otro centro de acogida para niños algo más mayores.
En la Región de Vacas, Mamoré colabora con un importante vivero, donde desde 2011 se desarrolla un proceso de reforestación de la zona, mientras que en la localidad de Independencia se colabora con varios proyectos agropecuarios. Entre ellos, encontramos uno en el que se ha realizado una traída de agua para que la comunidad de Machaca tenga posibilidad de plantar frutales.
Tras diez días muy intensos, con los cinco sentidos puestos en analizar y escuchar a los compañeros que allí trabajan los compañeros de Mamoré ya están de vuelta en con mucha información en la cabeza y ganas de seguir trabajando para avanzar.