Una de las necesidades más básicas que puede tener cualquier ser humano es la del acceso al agua. En Angola, como en otros muchos países africanos, esto se ha convertido casi en un bien de lujo y desde la Fundación estamos tratando de facilitar que el agua llegue a determinados puntos de la población a través de pozos.
Así, durante los últimos meses se está procediendo a la restauración de determinados pozos que por diferentes causas estaban abandonados o estropeados. La falta de materiales de repuesto para corregir una avería y la falta de personal cualificado para atender cualquier reparación, además de cierto conformismo presente en muchas actitudes ante cualquier adversidad han dejado varios pozos fuera de servicio.
De esta manera, además de los más de 40 pozos restaurados en colaboración con los salesianos durante los últimos años, también se han puesto en marcha recientemente otros como, por ejemplo, el de las Hermanas del Santísimo Salvador a las cuales se les había quemado el motor de la bomba.
Otro caso es el del barrio de Bomba, en la localidad de Luena, donde nos encontramos con el problema de que las motos cisterna del gobierno ni siquiera llegan allí y, es por eso que, se ha procedido a adecentar un pozo en el Centro Diocesano Pastoral y otro en el Centro Multifuncional de Santa Cecilia.
Durante los próximos meses nuevos pozos serán puestos en marcha, en distintos puntos de la geografía angoleña, con el objetivo de que un bien tan apreciado y necesario como el agua esté disponible, con orden y control, para la población.