Fue durante el último trimestre de 2019, cuando uno de nuestros colaboradores en el Congo nos habló del orfanato de Cirheja. La impresión que se llevó en su primera visita nos sorprendió. Por desgracia, allí están más que acostumbrados a convivir con la pobreza y con la necesidad de ayudas urgentes. Sin embargo, su manera de hablarnos de este orfanato iba un paso más allá. Hasta él, había salido golpeado por lo que sus ojos habían presenciado y nos emplazó a buscar fórmulas para tratar de ayudarles de alguna manera.
Por ponernos en situación, Cirheja, es un orfanato situado en la población de Kabare/Kavumu donde actualmente residen 44 niños, además de otros 256 que acuden a comer pero regresan a dormir con sus familias. Más de la mitad de los niños que viven en el centro ofrecían síntomas de evidente desnutrición a principios de año, careciendo de unos mínimos recursos para atender a los niños debido a que, al morir su fundador, han dejado de recibir la ayuda con la que a duras penas subsistían.
Las fotos que nos envió nuestro compañero, sumado a su relato, nos llevaron a tomar la rápida decisión de que de una manera u otra había que intentar aportar nuestro granito de arena a mejorar la situación que allí había, y así lo hicimos. De inicio, la ayuda consistió en ampliar sus fondos mensuales para destinar a la alimentación ya que la desnutrición era un problema mayoritario entre los niños internos.
Tras mes y medio (se comenzó el 1 de marzo) de ayuda, el primer informe nos arroja unos datos tremendamente positivos pero que ponen de manifiesto la situación tan extrema que allí se estaba viviendo. Todos los niños han aumentado de peso durante este mes y medio y hasta el 50% de los niños ha ganado un peso de más de 2,6kg. El impacto es espectacular y las imágenes así lo demuestran.
El hecho de que no todos los niños hayan aumentado de peso de forma tan pronunciada, se debe a que muchos de ellos están padeciendo enfermedades como la malaria o infecciones respiratorias.
A la ya de por sí delicada situación, se ha sumado ahora la preocupación por la pandemia del Covid-19. En el centro, se está tratando de evitar que el virus llegue al centro, dado que podría ser fatal. Para ello, se están tomando una serie de medidas relativas a higiene y distancia.
Desde Fundación Mamoré seguiremos muy pendientes de la evolución en Cirheja. El compromiso es el de mantener esta ayuda en el tiempo y, dependiendo de los recursos de los que dispongamos, se contemplará la posibilidad de colaborar en otros aspectos como la mejora de infraestructuras.
No te canses de ayudar.