Con la llegada de septiembre, en Europa estamos acostumbrados al final de las vacaciones y la vuelta al trabajo, estudios, colegios… En el Congo, el concepto vacaciones dista bastante de ser lo que entendemos los afortunados que vivimos en esta sociedad, pero con la llegada de septiembre y, sobre todo, octubre también regresan, los que pueden permitírselo, a los estudios tras el parón estival.
Para Fundación Mamoré la educación es uno de los puntos clave en torno a los que giran sus proyectos. Se entiende la educación como una pata fundamental en el desarrollo de una sociedad. Es por ello que muchos de los esfuerzos que se realizan van destinados a facilitar que niños y jóvenes tengan la oportunidad de acudir a la escuela y a la universidad cada año, con el objetivo de que aprendan a medio/largo plazo un oficio y puedan ganarse la vida de una forma digna.
Empezando por la Residencia para mujeres de Ushirika, siguiendo con niños y adolescentes becados, pisos para estudiantes con becas y guarderías, son más de 450 los congoleños que sufragados por Mamoré pueden acudir cada día a la escuela/universidad para formarse correctamente.
Además, también hay talleres de alfabetización y corte y confección para mujeres y adultos en varios puntos del Congo.
Además de en el país centroafricano, desde la Fundación, también, se colaboran con numerosos proyectos educativos en distintos países de la geografía africana. En Costa de Marfil, por ejemplo, se colabora con el Hogar Akwaba cuyo objetivo principal es acoger niños de la calle y darles la oportunidad de acudir a la escuela, mientras que en Angola se ha colaborado con las hermanas Teresianas para construir aulas para un centro escolar donde acuden, actualmente, más de 700 niños en turnos de mañana y de tarde.
En Sudamérica también se colabora activamente con proyectos relacionados con la educación. En Bolivia, entre otros proyectos, se da servicio de apoyo escolar y tranporte en la localidad de Totorapampa, se otorgan becas para estudios de Técnico Medio de Enfermería en Quillacolla, se colabora con el Centro infantil-guardería de Vacas y el Centro Sayari Warmi en Cochabamba. En Colombia también se dan becas y en Guinea se colabora con un centro de Formación Profesional.
En total son más de 700 personas las que están becadas por Mamoré para poder cursas sus estudios de forma absoluta, mientras que es muy difícil contabilizar el número total de niños, adolescentes, universitarios y adultos que se benefician de las colaboraciones de la Fundación para poder aspirar a tener la posibilidad de estudiar y labrarse un futuro. Toda la ayuda es poca.
No te canses de ayudar.